A día de hoy, 2 de Enero, haré una entrada de las grandes, de las que llenan.

-Felicidad.

Todo el mundo piensa que no es más que un sentimiento, yo, en cambio, pienso que es mucho más que eso. Pienso en ella como en una forma de vida y también, una forma de engañarse, de creer que el mundo es como no es, y es una cosa que tiene que llegarte por sí sola, por el destino, supongo. De pequeño nada te influye porque vives en un mundo de baldosas amarillas, pero a medida que pasan los años van llegando cosas malas, más, y más, y así acabas viviendo una historia terrorífica que te atreves a denominar tu vida. Después se aproxima poco a poco el momento de conocer el éxtasis emocional, lo que todo el mundo llama felicidad, el poder compartir los días con el chico de tu vida, que te diga cosas bonitas, el poder contar con todos tus amigos cuando los necesites, el poder escuchar una canción y recordar algo y saber que fue real, el poder vivir momentos fugaces en tu vida,  comenzar a creer en tu futuro, en ti misma, en él, en vosotros, en ellos; el disfrutar de cada fiesta que te da el cuerpo; el don de gentes que tienes; la capacidad de jugarte la vida por una tontería; el mejorar día a día; el contar con todas y cada una de las personas que te rodea… en definitiva, el poder vivir plenamente, como debería de hacer todo el mundo. Pero te ciegas con la felicidad, crees que es lo único que te rodea, crees que no hay más allá que la felicidad, y luego llega un mal momento y te hundes en lo más hondo de tu ser, para seguir engañándote, para seguir pensando que esto es así y tiene que pasar, para esperar ese algo que te saque de ahí.

No siempre se pude optar a esta forma de vida, pues, si no te esfuerzas en lograr tus aspiraciones, no llegarás a nada. Para ser feliz, tienes que dar todo lo que tienes, tienes que dar un cien por cien, tienes que matarte por ello. La felicidad es el mejor sentimiento que alguien puede sentir,  puedes, incluso llorar de felicidad. Ir a un concierto de tu grupo favorito, te haría feliz, pero no toda tu vida, simplemente un par de días, o como mucho meses. Por eso tienes que buscar y esforzarte en encontrar algo que te motive a diario, algo que sepas que te va a dar la fuerza necesaria para llegar a conseguir tocar con los dedos el cielo, para llegar a tener la felicidad plena. Un simple beso, un beso que te lleve al infinito, el que más satisfacción te creará en la vida, el beso que esperaste y siempre quisiste que llegase, el momento perfecto, en el que te encuentras feliz. Por eso llegas a sentirte feliz, porque es lo que siempre pensaste, quisiste optar a ese beso, lo intentaste por todos los medios y al final lo lograste.

Todo esto es lo que a mi cabeza viene al escuchar la palabra felicidad, aunque también vienen nombres propios, como Mauro, Richard, Marina, Montse, Marta, Extremoduro y genéricos también, amigos, fiestas, sábados, son muchas cosas las que me recuerdan a este sentimiento. Y hay que tener claro y ser realista, la felicidad no puede durar eternamente, habrá momentos malos, buenos, peores, buenísimos... pero nada dura para siempre.